Erase un vez una niña que soñaba con ser una princesa. A esta niña ñe habían comido taaanto el tarro q creia posible cosas imposibles. suspiraba por hacerse mayor y encontrar, como buena princesa que era, a su principe azul, ya sabeis, ese tipo alto, con ojos azules, melena al viento, encantador, cariñoso, atento, q suspira por tus huesos y solo tiene ojos para ti. Pero es que a la pequeña aspirante a princesa se le paso un detalle... que eso no existe! Pobre niña! cuantos desamorios...
Continuar leyendo