Era se una vez, un principe y una princesa que vivian felices y comian perdices (nada mas y nada menos que 4 años, ufff...). Buen sexo, cenas romanticas, noches de hotel, planes de futuro... y... PUM se convirtio en chocapic!!
Nuestra querida Thais descubrió que su bello principe no era mas que un feo y baboso sapo. Thais no se lo podía creer. Cuatro años de acuarelas y tizas que se borran cuando caen unas gotas de agua. El muy hijo de puta le había puesto los cuernos! Que cabrón..
Ahora os hago la pregunta del millon: ¿Porque sigue con el? Nada serio, solo sexo, pero siguen.
El lunes mismo, llego Thais a casa, y se me ocurrio preguntarle que tal le habia ido su fin de semana, ya que no hacia mucho tiempo se habia acostado con su mejor amigo (otro tema que debemos abordar muy profundamente..), y pense que podria tener nuevas noticias de ello. Pero no, solo nos contó que habia celebrado su cumpleaños, y que la fiesta empezó con una reunión de esas de los placeres de la Lola, que se supone que se crearon para que las mujeres no se murieran de verguenza al ver los productos ( pero cuando te obligan delante de tus amigas, las amigas de tus amigas, y las amigas del trabajo de nose quien a ir al baño a probar un producto que activa la sangre del clitoris, pues creo que la verguenza que pasas es practimamente la misma). Como se llaman... ¡Ah si! ¡Tuppersex! Suena interesante y todo el nombre que le han puesto. A pesar de la verguenza que puedas pasar o no pasar, recomiendo a todo el mundo que organice una, eso si, invitando exclusivamente a las amigas con las que todas tus conversaciones acaban teniendo algo que ver con el sexo.
Bueno a lo que ibamos. La reunión de Thais debio de tener bastante exito, asique imaginé que habría adquirido algun producto, y efectivamente. Me contó: Me he comprado uno de esos vibradores normalitos. ¡Aunque había uno que tenía de todo! Pero no me lo he comprado porque tiene pinta de que cuando lo usas, un pene humano ya no vuelve a ser lo mismo y no quieres saber nada de ellos. ¡Ya no serán penes, sino penas! (¡Ojala fuese cierto! Que alguien lo invente porfavor!). Y después tambien me he comprado como un huevo, que le quitas la tapa, y se convierte en un juguetito para el organo masculino.
Ahi fue cuando nos sorprendimos. Thais, ¿y con quien vas a usar eso? A todas se nos vino a la cabeza su mejor amigo, pero yo al menos me lleve un gran chasco cuando me dijo que era para su ex. Y no solo eso, su ex iba a venir el martes por la noche (suponemos que a probar el juguete nuevo). Enfin, que ibamos a decirle las demas que no le hubiesemos dicho ya.
¡Aguas pasadas no mueven molinos! Y mucho menos, si el molinillo de esa agua a estado metiendose en pozos agenos.
